-Las fregonas tal cual las inventamos los españoles. Deberíamos exportarlas porque aquí friegan con una cosa que se parece al palo ese que se usa para limpiar cristales.
-Turrones, polvorones, mazapanes, peladillas, yemas de Santa Clara y demás dulces navideños.
-Anís y chinchón.
-Jamón serrano, de pata negra o no, no lo hay de ningún tipo.
-Lentejas y garbanzos. ¡La madre que los trajo al mundo! Si prueban las lentejas se les hace el culo pepsi cola.
-El arroz con leche.
-Leche en tetra bricks. Aquí te compras un galón de leche, en una pedazo de garrafa que o tienes una nevera tamaño MercaMadrid o te dan morcilla.
-¡Ah, no! No te dan morcilla porque de eso tampoco hay.
-Colacao. No saben lo que se pierden tomando Nesquick. ¿Dónde están los grumitos?
-Los señores verde y rojo de los semáforos. Los innovadores de los estadounidenses ponen un señor blancuzco y una mano roja.
-Relojes. Esto es el país sin tiempo. Aquí ni en los establecimientos, ni en las plazas, ni en los edificios altos, ni en los centros comerciales… nada que no existen los relojes.
Ahora que si hablamos de cosas que les sobran el premio una vez más se lo lleva la mantequilla de cacahuete. A esto Edu tiene que decir que él está más que feliz porque le he enseñado la mezcla de mantequilla de cacahuete con chocolate y se ha propuesto probar todos los productos existentes con dicha mezcla. De momento la lista está en:
-Tableta de chocolate.
-Lacasitos.
-Cupcakes.
-Mini cupcakes.
-Cupcakes de chocolate blanco.
Y siempre y cuando no haya mantequilla de cacahuete, lo soluciona echando leche de avellanas.
Mi respuesta a todo esto es: por favor, ¿alguien puede mandarme un plato de lentejas por mensajería urgente? Gracias.
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